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CUERPO Y ENERGIA

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Paralelamente a nuestro sistema nervioso y circulatorio, tenemos en nuestro organismo una red de circuitos sutiles de circulación energética. En el 3000 A.C, los chinos descubrieron la existencia de una energía vital llamada Chi, o fuerza vital, que constituía y permeaba toda la materia. El Chi contiene dos polaridades, Yin y Yang. Cuando éstas polaridades están en equilibrio, el organismo goza de buena salud, cuando en vez éstas dos fuerzas se encuentran en desequilibrio, dará origen a malestares de todo tipo. Demasiada energía Yang, dará como resultado una excesiva actividad orgánica, mientras que si predomina la energía Yin, el funcionamiento del organismo será insuficiente. Todo ser vivo posee Chi. Es la energía que alimenta la vida de las plantas, los animales, los seres humanos, y por supuesto toda la naturaleza que nos rodea. El Chi actúa además, como un eslabón que une el cuerpo físico, el cuerpo energético y el cuerpo  espiritual.                                                                           Restablecer el equilibrio del sistema energético de nuestro cuerpo, nos permite restablecer el orden interno, reforzar dicha energía, y prevenir así la manifestación de ciertas patologías o síntomas, teniendo presente que toda enfermedad inicia y tiene siempre detrás un desequilibrio energético, así como, detrás de todo desequilibrio energético, habrá también un desequilibrio mental, emocional, o físico. 

Cada sistema, tejido, órgano de nuestro cuerpo posee y necesita un grado específico de energía imprescindible para su funcionamiento. Cuando falta parte de esa energía dicho órgano o sistema reduce su actividad, por lo que no puede cumplir con sus funciones perfectamente, sobrecargando así a otros órganos y sistemas.

 

La energía sigue la dirección del pensamiento, éste atrae y concentra un mayor número de células con la información específica de tal pensamiento. Además, este pensamiento no permanece en la esfera mental, despertará en nosotros ciertas emociones que modificarán nuestra biología.

Sucede algo similar con las emociones. Suprimir o evitar las emociones conduce a una gran concentración energética en diversas partes de nuestro cuerpo, con consecuente bloqueo o acumulación energética. 

Tomar conciencia y actuar, equilibrando esta energía Yin y Yang, es un paso fundamental hacia un camino saludable de vida.

 

 

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